La primera vez solo fueron besos apasionados e intensos, mientras Darío, ese es su nombre, acariciaba mis senos al comienzo por encima de mi ropa, poco a poco le permití deslizar sus manos por debajo hasta rozar su mano con mi piel, acariciando mis senos en especial mis pezones, lo cual me excitaba muchísimo llevando a que mi concha se humedeciera tremendamente, al punto que al llegar a casa, aprovechaba que mis padres a esa hora dormían, entraba al baño y me masturbaba hasta disfrutar de orgasmos que aprendí, escuchando a amigas mayores que contaban haber disfrutado del sexo con sus novios. En ese tiempo aun sentía temor de follar y quedar embarazada. Mas adelante y en la medida que fui cediendo, mi novio acariciaba mi concha y como lubricaba bastante, sus dedos se internaban dentro de mí y fue él, quien me hizo disfrutar los primeros orgasmos teniendo una verga en mi interior. Esa primera vez, afortunadamente el sangrado fue mínimo, esto lo note en mi panty al llegar a casa. Como avanzamos tanto en la intimidad, llego el día que Darío se aprovisiono de preservativos y fuimos a un motel en las afueras de la ciudad, siendo la primera oportunidad que tuvimos sexo estando totalmente desnudos. Después de esa noche fueron varias mas las que siguieron hasta que a mi padre lo trasladaron a la capital y comencé a extrañar los besos, las caricias y los orgasmos que disfrutaba con Darío.
Relatos Mi madre soltera. Este relato es basado en la confesión anónima de un seguidor. Es una mujer alta, morocha, de pelo largo y ondulado, con labios gruesos y una mirada que la hace ver un poco arrogante, a pesar de ser una persona muy tierna y servicial.
Por supuesto q eso no pasó. Es tal cual se explica en este articulo, mensajes cada poco tiempo asta que pagas a partir de hay pocos o ninguno y ademas nadie puede quedar, todas las chicas son la misma operadora seguro pues contesta casi con las mismas palabras, es un timo y hemos picado unos cuantos, pero intentemos que sean pocos los que caigan de nuevo. Rodrigo Lopez. Detenerte sólo para volver. Me gusta que me mires, que mientras me miras cono lo hago yo, que todo lo que tu desees. Soy una bonita geisha dueña de un oriente lleno de deseos, y misterios. Hola, soy Isabella, una jovencísima, tímida, ada, pequeñita y manejable y 45 kg hispano-japonesa, de nuevas sensaciones y con un cuerpo que me dota de un gran. La mejor expresión de la sensualidad.
