Me quedé embarazada usando el método anticonceptivo del DIU. Creemos que la medicina es una ciencia exacta que lo puede controlar todo, y no es así. Hay leyes de la naturaleza que aunque intentemos controlarlas son incontrolables. En mi experiencia como psicóloga clínica he tenido la posibilidad de acompañar a diferentes mujeres y parejas en decidir si tirar adelante o no un embarazo no deseado. Esta vez era yo la que debía de pasar por ese proceso. Sabía lo importante que es estar convencida y querer a tus hijos a pesar de no ser deseados y el daño que se les puede hacer si ese amor es forzado y no auténtico. Lo primero que hice es hablarlo con mi pareja.
Lo peor, es que las peleas que estas preguntas ocasionan son el tipo de peleas que pueden llevar a tu relación al borde de un abismo. NUNCA le preguntes estas cosas a tu hombre: 1. Esto es una bomba en potencia. Para los hombres, la amistad es sagrada, y este tipo de pregunta los coloca en una encrucijada en la que no desea estar. Lo colocas en una situación similar a la de la primera pregunta.
Otros padres esconderían su vida sexual, pero ellos, como tantos poliamorosos, no creen que haya nada que ocultar. Solemos imaginar una comunicación poco natural, forzada, en la que los padres introducen a sus hijos en información que no quieren saber. Mi marido es un animal sexual impresionante. Es casi una competición. Es un difícil equilibrio, y muchos hijos de padres liberales no han salido tan bien parados, porque a veces se confunde dar libertad con esquivar la responsabilidad. De momento, los chicos le dan la razón. Mujeres y hombres se responsabilizan en equipo de la economía familiar y de la educación de los hijos. Bueno, que levante la mano quien haya conseguido no sentirlos con una relación cerrada.
